May 16, 2016
Como iglesia, siempre hemos tenido que atender el sagrado oficio de transmitir y comunicar a las próximas generaciones los contenidos fundamentales de la fe evangélica. Cada momento histórico en que esto se ha hecho, siempre ha traído consigo oportunidades y desafíos que nos han obligado a plantearnos las preguntas; ¿Qué estamos haciendo? y ¿cómo lo estamos haciendo? ¿Cuán eficiente está resultando nuestro acompañamiento ministerial a la niñez? Y por eficiencia no nos estamos refiriendo a la cantidad de niños y niños que reunimos en nuestras iglesias y programas, sino en la calidad de su formación cristiana y su capacidad de responder desde una plataforma ética claramente definida, a las necesidades y complejidades de estos tiempos. Debemos comenzar por aceptar que algunos de los supuestos del imaginario social que nos rodea con respecto a ciertos sectores de la sociedad han tenido y tienen sus repercusiones. Esto ha afectado nuestras percepciones y las formas y maneras en que atendemos y valoramos la población infantil de nuestras iglesias. La trágica negligencia que han revelado recientemente los medios de comunicación del país, acerca de la falta de atención a miles y miles de querellas de violencia y maltrato infantil es un reflejo terrible de cuanta prioridad tiene la niñez en nuestra sociedad actual. Parece ser que al igual que en los tiempos de Jesús la niñez sigue siendo una población que vive al margen de los intereses y la prioridades de muchas de nuestras sociedades contemporáneas.
*Estas líneas forman parte de un ensayo escrito por el Rvdo. Carlos Negrón, el cual se titula “Niñez y evangelio: Desafíos y oportunidades”
¿Cómo puede la Iglesia ser pertinente a las necesidades de la niñez en los tiempos de las redes informáticas?
Hoy en TeoBytes, nos acompaña el Rvdo. Carlos Negrón, para dialogar sobre los desafíos y las oportunidades que tiene la Iglesia con la niñez. Carlos es Pastor de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en Puerto Nuevo, San Juan, Puerto Rico. Posee una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico, donde también se ha desempeñado como Profesor en la clase de Pastoral con la juventud en la post-modernidad. Carlos lleva prácticamente toda la vida trabajando con diversos ministerios dirigidos a la formación de adolescentes y jóvenes en la Iglesia. Fue uno de los primeros presidentes de la Confraternidad de Jóvenes Discípulos de Cristo en Puerto Rico y uno de los pioneros en integrar juegos cooperativos y artes a los Encuentros Bíblicos de Verano. Pero sobre todas las cosas, Carlos ama al Señor y le sirve con amor y pasión en toda encomienda que cae en sus manos. Tenemos en nuestra mesa de café a uno hombre integro, sensible, humilde, comprometido y apasionado de la música y el púlpito. Algo más que debo añadir, Carlos fue uno de mis primeros consejeros en los campamentos de verano de la ICDCPR cuando llegué a los pies de Jesucristo a la edad de 13 años.
Preguntas formuladas:
- ¿Han respondido las iglesias con sensibilidad a las necesidades sociales y educativas de la niñez?
- ¿Cuál debería ser el trato de la niñez, como parte importante de una comunidad de fe?
- ¿Podrías compartir algunas imágenes bíblicas que pueden ser útiles en el proceso formativo de la niñez?
- ¿Qué revisiones deberíamos hacer de camino a un ministerio efectivo con la niñez?
Dice la Biblia en Proverbios 22:6
“Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará.”
Enlaces recomendados:
Email: guitarra07@aol.com
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